CUBA EN BICI : 8- PROVINCIA DE PINAR DEL RIO. Bahía Honda

Desayuné bien temprano, como todos los días, y sin perder mucho tiempo me lancé a la carretera para aprovechar las horas más frescas. Durante todo el día rodé por una zona aún más tranquila que el día anterior, un verdadero lujo para ir en bici.

Algunos tramos son de tierra

Esta es la pareja de alemanes con los que coincidí en la casa. Ellos iban en dirección Viñales.

Los guajiros secan el arroz sobre la carretera

Campos de arroz

Mucha gente tiene junto a su casa una pequeña plantación de tabaco

Me encanta esta casica

¿La cabaña del Tio Tom?

Por tercera vez en este viaje me faltó agua por falta de previsión. El caso es que pasé por el pueblo de La Palma con media botella grande y en vez de comprar más, pensé que tenía suficiente para llegar y me arriesgué. Espero aprender de los errores y no tropezar más veces en la misma piedra.

Aparecen los primeros mogotes en las cercanías de Viñales

Me faltaron las fuerzas por falta de hidratación y llegué estenuado a Puerto Esperanza. Los ultimos kms vino el tio del mazo (como dice Perico Delgado) y me sacudió bien fuerte. Menos mal que solo me quedaban seis o siete kms.

Llegué a "Casa Teresa" y me bebí una botella de litro y medio casi del tirón, ante la mirada atónita de la abuela y la nieta de la familia.
Después de ducharme y descansar fui a dar una vuelta. Puerto Esperanza es un pueblo de pescadores bastante auténtico aunque con poco que hacer. Lo mejor fue la cena que me prepararon en la casa, sin duda la mejor de todo el viaje. Langosta en salsa, con tostones (platanos fritos), arroz congrí, ensalada de frutas y cerveza por tan solo 5 CUC, unos 4 euros. La langosta ha sido la mejor que he comido nunca y además muy abundante. Si alguien pasa por Puerto Esperanza que no dude en darse un homenaje en Casa Teresa. Además la familia muy maja y la habitación (muy buena) me costó tan solo 15 CUC.